La pastora de la Iglesia Misión Apostólica, Juana Albornoz, consagró toda su vida al servicio de los más humildes y la defensa de los Derechos Humanos. Firmó la Carta Abierta al General Pinochet y participó activamente en los Cultos por la Vida, la Paz y la Reconciliación en los años 80. Su vida estuvo marcada por el diálogo y la acción social. Fue su anhelo por la unidad de los cristianos y el respeto a la dignidad de los seres humanos lo que la hizo formar parte de organizaciones como FASIC, el Consejo Mundial Iglesias y la Confraternidad de Iglesias Cristianas. Su compromiso la llevó a ser la primera capellana mujer de La Moneda, durante el primer gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet y recientemente trabajó en la franja del Apruebo Evangélico.